Rafael Osterling: «Soy cocinero gracias a Fujimori»

Considerado uno de los chefs más reputados de Perú, Rafael Osterling (Lima, 1970) ha traído a España, concretamente a la Feria de Arte Contemporáneo ARCO, los sabores de su tierra. Durante unos días, su cocina de autor se ha expuesto, como si fueran los cuadros de Picasso, Rothko o Santiago Sierra, con toda su paleta de colores, esos tonos extraídos de las materias primas de un país que ha exportado magistralmente su gastronomía. Le preguntamos por el vínculo que él establece entre el arte y su cocina. Responde con una sonrisa abierta, a pesar de que ya es mediodía y el restaurante efímero que tiene instalado en Arco está a tope: “Como en el mundo del arte, en la cocina hay mucho de oficio, pero la parte artística es la que representa las individualidades”.

La cocina peruana se paladea en ARCO.

Para Rafael Osterling, dice, es un honor haber sido invitado para representar en ARCO la gastronomía peruana, aunque puntualiza, con una buena carga de humor, que “me pillaron en un momento de debilidad y dije que sí”. Seguramente, durante estos días, seguirá en la larga distancia la marcha de sus cuatro restaurantes de Perú y Colombia (Rafael y El Mercado, en Lima, y Rafael y La Despensa, en Bogotá). Asegura que en Perú, como en España, la gastronomía vive un momento muy dulce, a pesar, recuerda, de “ser una de las profesiones con más carga laboral y más presión que existen. En realidad, la gente nos ve como que hemos llegado a una notoriedad, pero no sabe que eso se logra después de muchos años y mucho esfuerzo y tremendas horas y frustraciones. Porque hay una parte del cuento que no te la cuentan”.

Adiós a la Escuela Diplomática

La historia profesional de Rafael Osterling es más que curiosa, ya que llegó al mundo de la cocina, según dice, gracias a Fujimori. Y es que, cuando estaba terminando la carrera de Derecho en Lima, Fujimori dio un golpe de Estado y cerró la Escuela Diplomática, donde él estaba a punto de entrar. “Me bloquearon mi carrera el 5 de abril de 1992. Así que desde 1993 me dedico a la gastronomía, una de mis grandes pasiones, por descarte. En resumen, que soy cocinero gracias a Fujimori”.

Se da la circunstancia de que el padre de Rafael Osterling, Felipe Osterling Parodi, era uno de los líderes históricos del Partido Popular Cristiano, uno de los más importantes de Perú, cuando Fujimori cerró el Congreso de la República, y anteriormente fue ministro de Justicia durante el gobierno de Fernando Belaunde.

Homenaje a su madre

La afición por la cocina de Rafael Osterling seguramente le vino por rama materna, porque su madre, Josefina Letts, era una gran cocinera, que, curiosamente, tenía prohibido a su hijo el acceso a la cocina. Pero, cuando Rafael era apenas un adolescente, aprovechaba las tardes en que su madre salía de casa para meterse entre los fogones y preparar galletas y postres. Lo hacía tan bien que llegó a envasarlas y distribuirlas para un comercio vecino. Y de forma autodidacta acabó aprendiendo los rudimentos de un oficio que él nunca pensó que iba a desempeñar.

Así que, después de acabar su carrera de abogado, comenzó la de cocinero. Los primeros pinitos los hizo en el restaurante Alfresco de Alfredo Aramburú, pero después se trasladó a Europa para formarse como chef en Le Cordon Bleu en Londres y París. Hoy está considerado uno de los chefs peruanos con mayor prestigio y sus cuatro restaurantes han recibido los mayores galardones de Latinoamérica. Ahora está a apunto de abrir un quinto establecimiento, La Brasserie de Josephine, en homenaje a su madre.